No hay nadie.

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Cada 11 de Diciembre él bajará al pozo a por su amada, tan solo la había encontrado una única vez a lo largo de todos estos años, la encontró extendida en el suelo, delicada y dormida, no pudo despertarla por mucho que se atreviese a intentarlo, pero aquello fue el primer año, aquel por el cual baja cada siguiente.
Y él no encuentra nada, ni este ni el venidero, la tradición no da más que decepción y frustración por que ella no se había quedado allí, ella no aparecía nunca, en las paredes no estaba su cara ni en las piedras sus manos como antes estuvieron, por lo que el amor se desvanecía al final de un pozo, y el miedo a morir se incrementaba cada año nuevo.
El 12 y 13 de Diciembre se inunda de martirio y de un cogido mal habito que es recordar. Recordar aquel 11 de Diciembre de aquel primer año, cuando a escondidas de su esposa la traicionaba, y fue la ultima vez porque anteriormente su mujer le había dejado su vida en sus manos, le dijo que si lo hacia ella se moriría, y cumplió su promesa. Y por ello, cuando el presente se haya convertido en lo escrito, y el pasado todavía cuente su historia, él volverá a bajar.

Escrito por Marc Nadal.