En la boca del hombre.


Entre tinieblas caminaba, se encontró un lobo entre sombras, reconoció sus ojos iluminados, amarillos, como años atrás se los había encontrado, sus dientes volvían a pedir sangre, pero ya no eran tan fuertes, tenia miedo.
La mujer en cambio, empuñaba un arma afilada, tenia la cabeza ladeada mirándole con inmenso odio, poseía un gran pesar a sus espaldas, en sus manos, en sus ojos; habían pasado dos años desde que enterró a su hijo, la venganza se apodero de ella, pero no era estúpida, espero a que el lobo se hubiera vuelto débil.

Escrito por Marc Nadal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente hay pocos seres humanos más astutos que un animal, y en este caso que un lobo; pero en la narración es sorprendente la astucia demostrada por esa madre, que no sólo es paciente para su venganza, calculadora en la forma,...sino que además, yo creo que sorprende hasta al propio lobo que en ningún momento espera una reacción humana de esta templanza y premeditación.